viernes, 8 de abril de 2005

Mi maravillosa prensa




Parece que ya funciona este programa. En fin, he concluido el corte de todos los pergaminos y he conseguido cuatro pliegos por cada uno de ellos, es decir un total de cuarenta pliegos, de cada uno de los cuales obtendré cuatro páginas. Tengo por tanto un librito de ciento sesenta páginas. Es decir, el material para realizarlo. Ochenta hojas a un precio de ochocientas y pico pesetas cada una, tamaño poco mayor que un DIN A4.

Ahora me queda investigar cómo se doblan los pliegos, si hacia la cara de la dermis o hacia la de la epidermis. Entre tanto, dejo aquí la fotografía del maravilloso libro que utilizo como prensa para que pierdan su curvatura los pergaminos que han estado enrollados.

He de conseguir un catálogo de fotografías para hacer uno de los cuadros del libro.

¡Qué pequeñas serán las páginas, teniendo en cuenta que la mayoría de los libros utilizaban un animal para dos pliegos o incluso para uno!

Entierran al Papa


Mi amigo el sacerdote Joaquín Salinas, de los SS.CC., está en el salón viendo un DVD sobre el beato Damián de Molokay, mientras mi hija, que ha venido a comer conmigo, como casi todos los viernes, mira pisos inasequibles en el periódico.
Yo, entre tanto, sigo cortando pergaminos. Ésta es una muestra de lo que hice ayer, que no pude publicar porque esto fallaba: