viernes, 6 de febrero de 2009

Trabajo de esta tarde.

Son las 23:47. Quiero tenerlo publicado dentro de cinco minutos, por lo tanto ¿Qué decir? Que estoy contento, que creo que hoy he trabajado mucho y bien, que cada vez veo más cerca el final del libro y que no pienso cejar en mi empeño.

Buenos días, por mañana sábado a los que me leeréis. Gracias.

Trabajo de esta mañana, sin palabras.

jueves, 5 de febrero de 2009

Texto corregido antes de caligrafiar, por suerte.


Si colocamos un cuadernillo de cartulinas coloreadas por una cara y blancas por el otro lado, por ejemplo, todas una encima de otra en el mismo sentido, color hacia arriba, por ejemplo, y las cosemos por el centro, al abrir el cuadernillo nos dará, en el caso de 5 folios: blanca opuesta a color, blanca opuesta a color, blanca opuesta a color, blanca opuesta a color, folio central blanco todo, color opuesto a blanco, color opuesto a blanco, color opuesto a blanco y color opuesto a blanco. El exterior del cuadernillo sería de color y eso haría que unidos a otros, nos dieran dobles páginas de color. Sin embargo, es más conveniente colocar las cartulinas una del derecho y otra del revés, de manera que queden, antes de plegarlas, color con color y blanco con blanco. Así obtendremos un cuadernillo de portada blanca, primeras dos páginas enfrentadas de color, siguientes dos páginas blancas, siguientes color, siguientes blancas, siguientes color, siguientes blancas, siguientes color, siguientes blancas, siguientes color. Al unir los cuadernillos también dan páginas dobles.  Como se ve, el resultado es mejor, no se aprecian las diferencias de una página con la contigua, puesto que son de la misma característica (piel o carne) y por otra parte, las pieles van contrapeadas, lo que es importante de cara a la encuadernación del tomo.

Yo lo tuve que hacer en su día con octavillas blancas con c c (carne) y p p (piel) en cada una de sus dos mitades para entenderlo. Y hoy, después de descubrir mi error de la foto de arriba, lo he tenido que volver a hacer. Torpe que es uno.

Hoy no ha nevado en Madrid

En contra de lo anunciado ayer, no ha nevado. Mejor. De cualquier modo, yo vi a mi súper nieto, que no veía desde el 18 de enero. Por cierto, no me había dado cuenta. Ayer cumplió 19 meses y olvidé felicitarle. Se libró de unos achuchones.

Esta foto es para que se vea que en la cocina, si levanto la cortina que aparece en la foto anterior, tengo buena iluminación natural, además del fluorescente del techo. Y para que se vea que de nieve nada.

Creo que la mesa se va a quedar en la cocina hasta que termine unas cuantas páginas. Al menos lo voy a intentar. Al fin y al cabo, quitando la banqueta se puede correr de un lado a otro y no estorba tanto. 

Cada tres palabras tengo que levantarme


Me cuesta trabajar. Para empezar he de acarrear el tablero de dibujo por todo el pasillo hasta la cocina. Luego, estoy trabajando la parte más difícil y cada tres palabras tengo que levantarme porque la pluma se atasca y me pongo nervioso. Además, he descubierto que estaba equivocado en cuando a la epidermis y la dermis. Lo entendí al revés. Se trabaja mejor la dermis, la parte de la carne, que es la cara interior, más lisa, de color blanco o gris blanquecino, semi curtido, que no lleva base de greda. Cree uno que la que trabaja mejor es la parte más lisa, la exterior, porque imagina que el interior es más rugoso. Pero es al revés. Lo más rugoso es el exterior, la epidermis, más amarillenta y porosa. Se llama "Pelo", porque claro, tiene todas las huellas de haberlo tenido, todos los poros. En fin, que se escribe mejor sobre la dermis, que se llama "Carne". Y justo ahora, cuando he manuscrito: "Y también sé que este cuadernillo sigue la siguiente cadencia..." me doy cuenta de que lo tengo mal editado. Justo al revés. Digo que es pelo-carne, cuando en realidad es carne-pelo, que es como lo tengo y como lo debo tener. En fin, el caso es no dar palo al agua.

miércoles, 4 de febrero de 2009

Un primer plano


Reanudo mi gran libro

Vuelvo a la letra gótica. Cada línea debo limpiar la plumilla porque se llena de restos de pergamino, sobre todo ahora que estoy trabajando en la parte de la dermis, más rugosa. Me canso con facilidad y no encuentro más que excusas para ocuparme en temas menos esforzados y farragsos, pero estoy convencido de que le voy a dar un buen embate.

Me acaba de llamar mi hija, que parece que va a nevar. Que si sigo empeñado en ir a ver a mi nieto. Voy a poner la radio, porque no tengo cadenas, pero creo que voy a ir. Ya hace tiempo que le tengo que llevar al crío el libro que le e comprado: "Un recorrido por la historia de las MOTOS". Le apasionan. No había cuentos. Tendré que hacerle uno. Pero estoy seguro de que el libro le va a entusiasmar. Está lleno de fotogrfías estupendas.